martes, 1 de diciembre de 2009

Posted by Claudio Dennis Arriojas |

No tengo idea de cómo ha de llamarse la siguiente entrada, tal vez deberá enarbolar el nombre de reflexiones a preguntas e ideas inconclusas que tal vez hallan nacido producto de informaciones de ésta materia y que por ende, al ser propias, me parecen mucho más interesantes que el escrito sobre la música mulata que me plantee en primer lugar. Hay un término fundamental que rescataré de nuestros recuerdos, dejo claro a riesgo de parecer lluvia de ideas, que quiero hablar de Latino América, quiero hablar de Venezuela, el término al que me refiero es el de modernidad. He intentado hacer planteamientos en torno a esto con respecto a Venezuela, en conversaciones con un buen amigo, Luís Mancera, sobre su tesis, las formas de ver el arte que tenemos y la política, ya sea nacional como universal, nacido de las preguntas ¿Debe ser una universidad de izquierda? ¿Debe ser una universidad progresista? y la diferenciación progreso izquierdismo, surgió una información, Venezuela se encuentra, al menso en el arte, en un periodo premoderno. Tomar esto en cuenta es fundamental, pues como aplicar el concepto de modernidad en un sitio donde la modernidad no ha acontecido; Es premoderna porque no ha surgido una vanguardia académica o no, teórica o histórica propia, es premoderna porque un latinoamericanista como Orlando Rodríguez me explico la historia del teatro venezolano de la década del cincuenta y sesenta a través de la influencia e inmigración extranjera que las dictaduras causaron, porque tomamos por base a un Horacio Peterson, una Juana Sujo, un Carlos Gímenez (finalizando los sesenta), un Nicolás Curiel con técnicas de puestas francesas a pesar de su nacionalidad y ni hablar de un Orlando Rodríguez chileno, un Arocha de la Sorbona entre muchos otros, es premoderna porque aún hoy, seguimos siendo una colonia cultural académica de Europa, porque respondemos a sus estructuras, sus ideas, porque muchos de nuestros escritos siguen pies europeos, porque dicen que nada es nuestro, por la estructura económica y porque la imposición de la razón –concepto de modernidad- es de una razón eurocéntrica no nuestra. En este momento es cuando entendemos los campos de producción y la periferia, en este momento culpamos a Europa de los males y seguimos, después de doscientos años de aprogreso por inconciencia culpándolos a ellos sin darnos cuentas que podemos llegar a ser un simple papel carbón de maquina de escribir de los años 40 sobre las ideas que España considero obsoleta en los años 30. el problema fundamental es la no conciencia de lo nuestro, el juzgarnos mestizos culturalmente y que por ende no podemos trascender, hacer lo propio, tener una conciencia más allá de un nacionalismo que odio fuertemente por mis concepciones neoanarquicas que surgieron después de una lectura de Bakunin y una historia sobre el español Durruti, el primer impedimento de fuerza para mantenernos siempre mestizos y no trascendentes es el hecho de creernos esto, cuando Yucef Merhi, un nombre totalmente nacional nos pregunto sobre Vargas o Prietri yo no hice más que reírme, reírme de que nadie supiera básicamente nada de ellos y de que yo, sin razón argumentase para mi mismo que el conocimiento es fragmentario, nadie sabe en totalidad y hubiese estado dispuesto a preguntarle a él sobre un par de políticos soviéticos de los que, extrañamente, tenia la seguridad el no sabría, mucha más risa me dio cuando Luis Mancera abrió su bolso y vi. Varios libros y conferencia de Uslar Prietri. La concepción de cambio, la modernidad del latino debe nacer del propio latino, el venezolano no debe entender lo externo como circunstancia crucial, el determinismo social europeo en incidencia al latinoamericano no expresa una totalidad. Vivir en un Estado que importa un sistema político que considero inadecuado no por ser socialista sino por ser importado incluso en sus vicios, un Estado que no procuro una creación de ideas políticas nuestras, -como lo que me parece la genialidad zapatista- y que mantiene estructuras de poder externas, discursos externos y que posee un sistema cultural fuerte pero no compaginado con el movimiento artístico nuestro, un sistema que entiende que los largometrajes históricos son lo único de interés para un gobierno y que olvida, que incluso una ficción puede reflejar características totalmente nuestras, -como una película colombiana que vi. llamada Rosario Tijeras, llena de drogas, sexo y discotecas pero a mi parecer bella y totalmente colombiana- y que apuesta al arte popular en contraposición al académico, sin atender que la academia puede resultar un mal necesario en caso de construcción de una conciencia nacional –la trova cubana- y que huye a lo que huela a burguesía y capitalismo de la misma forma que donde la oposición es gobierno huyen de lo que huela a socialismo, pero a su vez se contradicen, al hablar de humanismo y popularización siendo burgueses, tanto también como los burgueses izquierdistas –Contradicción antagónica en el alma de una persona- que es dueño de un medio de producción que enaltece al estado o un medio de comunicación de corte socialista. Particularmente creo que la formación nacional, más no nacionalista es un deber ser, pienso que el mal del venezolano parte del hecho de ser tan de todas partes que termina siendo de ningún lugar, en donde todo es misterioso nada es misterioso. Creo que el papel del arte es hablar y decir, como lo hizo San Marcos de Venecia, alejado de la política totalmente peor eminentemente social, cortesía de mi buen amigo Julio César Alfonso y como no lo hizo la superproducción gubernamental Cabaret, tan bella como el espectáculo de Broadway Cats pero tan silenciosa como este, una obra que solo me permitió decir, “Que linda”. Quizá toda está lluvia de ideas sea encajonada por algún lector como inconformidad, oposicionismo o simplemente como confesé ideales anarquistas justifiquen e invaliden mi idea diciendo, este está inconforme con todo, esa no es mi idea. Básicamente y para hacer corto esto pues debo ir a buscar a mi pareja de forma inmediata es formar y estudiar lo nacional sin que sea esto contraposición a lo externo, el arte debe hablar y nosotros, licenciados en arte debemos estudiarlos, no desde la concepción europea que nos da la Escuela, tan arcaica como toda la estructura universitaria, me siento tan imbécil cuando me dicen que el teatro venezolano no existe, cuando comprendo que no existe (a manera de chiste) porque no sale en Wikipedia, e incluso cuando debo entender 30 años de cine a través de las putas y las drogas de Chalbaud y dos o tres esfuerzos más, cuando entiendo que no existe y me planteo la posibilidad de buscar la creación de un centro de investigación de la historia del arte de Venezuela, escapando por ser el caso a la estructura de historia del arte como plásticas sino en especial al teatro que no tiene si quiera un compilador de historias que abarque toda la nación, siendo el más grande esfuerzo el de una ciudad y en el caso de cine posee un esfuerzo que va desde los Lumiere hasta los setenta por Ricardo Tirado, la consolidación de un aparato de la cultura y el arte en un país depende directamente del reconocimiento del mismo y de su pasado, de su historia, por ende, es necesario que se realicen estudios con vista a la consecución de este objetivo, lograr trastocar la idea de que todo es externo, todo tiene bases exteriores e iniciar un movimiento transformador e incluso revolucionario que entienda un desarrollo histórico e incluso actual, con miras ha establecer y trabajar por un futuro en estos medios. Además, es un deber del Licenciado en artes el de romper tajantemente con una división histórica dada por la Escuela que finaliza en el siglo XIX pues si de por si, las herramientas que nos dan son mayormente teóricas, se ignoran movimientos y expresiones que posiblemente dentro de unos años sean estudiadas como nuevas vanguardias e incluso las nuevas estéticas que somos nosotros, licenciados y artes y artistas (distintos a veces el uno del otro) los que debemos desarrollarlas.

Para la consecución de este objetivo que me atrevo a delirar tengo varias ideas, la primera, ya dicha, la formación de un Centro de Investigaciones que permita hurgar en un pasado y en un presente, pues no es solo tomar también un siglo XX sino la actualidad, en teatro un CIANE, desde mi conocimiento de los primeros trabajos escénicos de biomecánica, un grupo Arena que hablo de una estética propia, nuevas tendencias, el teatro documental, del mismo modo en el cine innovaciones tecnológicas que harían volar a Kubrick, nuevas tendencias y manifiestos, un teatro latino creciente que se distancia en buena medida del americano, algo que era improbable hace unos cuantos años, las temáticas profundas, el uno de este medio artístico como crítica social enmarcadas en tonos comerciales, lo nuevo que quizá dentro de treinta años sea recordado como lo es el Rajatabla de Carlos Gímenez, estudiar lo propio y sembrar en lo propio deben ser consignas y nosotros debemos diseñar estás políticas, ya debemos parar de imaginar el caballero imaginario del señor Gombrich que anunciará la nueva era, está allí y para poder trascender a ella debemos reconocernos a nosotros mismos, que lindo que descendamos de la bella unión entre europeos mediterráneos, indígenas y africanos o de las violaciones que los blancos cometieron contra las indias y negras en nombre de un progreso necesario para el extranjero, un lastre que de manera excelente hemos sabido llevar en el hombro y en la mente haciendo peso en nuestras ideas y no permitiéndonos volar. Otra cosa a estudiar es la publicación de tesis, existen trabajos de grado y de ascenso de personal docente grandemente interesante que termina en una sala de referencia sepultado entre muchos otros libros azules con letras doradas, únicamente diferenciados en el grosor y que pueden constituir una fuerte de información y de estudio de nuevo nivel, una tesis es una investigación y la misma debe estar al servicio de la humanidad, por ende debe resultar interesante, debe estar escrita en un lenguaje entendible por todo el que pueda mostrar interés, no solo para catedráticos como en el caso de la mayoría de los trabajos de ascenso a profesor titular, debe poseer un nombre llamativo, debe reconocerse la importancia de la imagen, hoy mismo vi. un trabajo de ascenso de una docente de artes plásticas que hablaba de imágenes en el periodo colonial, unas 300 páginas y según índice 60 ilustraciones pequeñas y en blanco y negro, es insólito esto, la actualidad nos ofrece posibilidades inimaginables, deben ser bien aprovechadas, a veces la transgresión no es quemarlo todo, defecar sobre tal cosa, sino simplemente cambiar la visión, no es lógico que digamos que todo está mal dentro de la escuela, en e mundo, el universo o el multiverso mientras seguimos limándonos las uñas esperando a que alguien lo cambie, no estamos ya en un periodo absolutista en que una persona decidía por todos sino que es a través de la construcción que se genera un conocimiento nuevo, formativo y necesario para el cabal desarrollo del arte nacional y aunque suene político, el pueblo, no solo el hombre hito que se rescata en nuestro cine financiado sino la lo social, la mayor función del arte es la de decir que hay cosas que no están bien y que deben ser tocadas, el arte quizá no sirva para parar una bala en una guerra civil pero si sirve para plantar una flor en la mente y el alma de una persona y darle visiones e ideas que cambien nuestro mundo, sonará ahora idealista, no me importa la verdad serlo, pero las guerras, la pobreza, la miseria y el desorden social no se superan dando pan, circo, créditos y todo lo que pida alguna subcultura o estrato social, las guerras, la pobreza, el desorden social, hincan en la mente del hombre y es precisamente allí donde debe ser combatido.

Grietas en la historia silencian las razones de aquellos que llevamos un mundo nuevo en los corazones…

Claudio Arriojas

2 comentarios:

  1. Sentido de pertenencia. Yo me uno al plan de investigació.
    Sobre lo de las compilaciones, sí hay trabajoss sobre teatro venezolano, sobre dramaturgia específicamente tengo uno en mi casa, sólo que es de 1900-1990. En la César Rengifo hay una bilioteca de puro dramaturgia.

    Me gusta como terminas tus entradas :)

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  2. Hola amor, si, existen solo que son trabajos sectorizados qu eabarcan en su mayoria lo lacal antes de lo ncionl y de la misma manera historia de grupos e individualidades en vez de presentar el movimiento nacional, que el teatro a muerto, si, y no estoy de luto en su entierro, pero el teatro es como un ave fenix y debe estudiarse la experiencia vivida, sobre la entrada disculap el desorden, a veces siento que el idioma y todas sus normas limitan los pensamientos y pro eso tengo qu eempezar a vomitar todo antes de que se me olviden las ideas, jajajaja, iré a la Cesar, quiero empezara recopilar información...

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